miércoles, 17 de febrero de 2010

Crónica roja.

Abierta la caja
Por Wilson Diaz

La oreja de la taza de té que sostengo entre mis dedos y el humo adormecido que humedecen las palmas de mis manos, me remonta al asesinato más estremecedor de la década del cuarenta.

Buenaventura Nepomuceno Matallana el autor material de uno de los crímenes más impactantes en la historia del país, arde en mi cabeza lentamente atravesando los retazos de mis recuerdos.
Un aliento amargo se estaciona en mis labios, el sombrero Chambergo de copa acampanada y ala ancha se enluta sobre mi cabeza. Las sombras de mis zapatos me conducen al cuarto oscuro, para buscar entre miles de carpetas las fotografías más ensangrentadas que circularon en el diario EL Espectador. Luego abro la caja de cartón muy cuidadosamente para no dejar escapar cada cadáver deseando contar su muerte.
Uno fragmentos de noticias sobre la mesa que van apareciendo entre mis dedos, clasificándolos por fechas, señalando con el lápiz rojo los nombres de las víctimas, los lugares donde empezaron sus desapariciones. La voz del “Doctor Mata” hace un eco mudo en mis espaldas con el característico silencio que tienen los asesinos para narrar su historia.
Un suspiro profundo se desborda sobre mi quijada, mis ojos buscan la sombra del asesino.
La encuentro y me siento con firmeza en el sillón de cuero color rojo, delante de ella para desenmascarar sus palabras.




Un niño abandonado.

Según una partida de bautismo, nació en Chiquinquirá Buenaventura Nepomuceno hijo de madre soltera que le dio su Matallana en septiembre de 1891, apellido. Otra versión indica que realmente nació en la vecina población de Caldas, Boyacá, donde Fue hallado un recién nacido en Zarzal, envuelto en una ruana de lana y en un traje femenino de seda. El Expósito Fue encontrado por una niña de diez años, hija de una de las principales familias de la población, quien lo oculto por Algún tiempo, hasta Qué fue descubierta por sus padres. La niña les pidio que se lo dejasen y con el correr del tiempo se convirtió en su madre adoptiva.
Posteriormente ella se casó ya los treinta años le Fue diagnosticada lepra, una enfermedad que padecía También una de sus hermanas mayores. En 1913, Cuando Nepomuceno Tenía 22 años, su madre Adopción por Ingreso al Lazareto de Agua de Dios, en donde murió en 1944. Nepomuceno nunca la olvidó, y Aunque poco la visitaba, de cuando en cuando le enviaba Algún dinero.
Nunca la olvidó, pero de ella Rechazo Que lo tratara como un hijo. En una de las últimas cartas que Aquella mujer Recibió en Agua de Dios, Matallana le pediría: "No me dé más el tratamiento de hijo. Usted allá en su destierro, con su enfermedad, y yo aquí Atendiendo mis Ocupaciones. En cuanto Pueda, le mandaré lo que necesita, pero no me llamé más hijo ".
Casi al tiempo que su madre adoptiva Partió para Agua de Dios, Nepomuceno Matallana contrajo matrimonio con Gregoria de Sarmiento, Una Mujer Que Tenía más del doble de su edad pero que poseía Algunos bienes de fortuna. Gregoria Fue abandonada A LOS Pocos años de la boda y alcanzo más de ochenta años de edad. Durante mucho tiempo dependió de los pequeños auxilios económicos que le entregaba Matallana, conoció al sureste de sus amantes, y el alcalde acepto con naturalidad la convivencia de su esposo con ellas. De las amantes de Matallana, la más sienten Fue Lucy, quién le perdono todo, hasta que mantuviera amoríos con su ex secretaria, la "mona Cecilia", con la Qué hizo amistad en la cárcel Cuando eran investigadas por Los crímenes que había Cometido su compañero. Lucy estuvo por más de una década pendiente de la suerte de Nepomuceno en el presidio y se encargo de su entierro.






Matallana, jefe de cuadrilla.

Matallana Empezó a infringir el Código Penal en el municipio de Caldas Boyacá, en la década de 1920. Allí, como secretario de la Alcaldía Alcanzo conocimiento de leyes y códigos, y en poco tiempo se convirtió en gamonal y tinterillo. Se cuenta que en este lugar de criminales que defendía y los escondía en su casa, que se apropiaba de pertenencias dejadas A su custodia, y que se adueñó de los bienes de una mujer campesina, aparentemente involucrada en la muerte de su esposo, prometiéndole que la pararía de problemas judiciales una Condición de que le escriturara sus propiedades. En Aquella población También Fue Acusado de haber estafado al sacerdote del lugar Cuándo fue nombrado REMATADOR de diezmos y primicias de dos veredas de la población, y de haber atentado contra el mismo con una bomba de dinamita.
Sin embargo, la acusación mas seria que se le Hizo Fue la de conformar una cuadrilla de criminales que azoló la Región con los guardias de asalto entre 1916 y 1924. Esta cuadrilla Fue Sindicada de la matanza ocurrida en Caldas, Boyacá, en una semana santa, a la salida del sermón de las "Siete palabras". Fidel Perilla Barreto, Juez Primero del Circuito de Chiquinquirá POR ESTOS años, y que conoció por Algún tiempo del caso, contaría que el "hombre fiera" había ensangrentado Las Palabras de Dios a balazos.

Arrestado Matallana Y fue al poco tiempo se FUGO de la cárcel, desviando la investigación REALIZANDO varias maniobras, incriminando DE LAS NACIONES UNIDAS inocentes y Fabricando un expediente falso. Sin embargo, en 1925, Matallana DECLARADO Fue absuelto por el Juzgado Segundo Superior de Tunja por falta de pruebas. Igual suerte Tuvo En otros tres expedientes criminales en su contra, abiertos en esos años por varios Delitos Cometidos en Caldas y Chiquinquirá, Boyacá. En otro más, Proceso, iniciado en Bogotá en 1928 por denuncia Presentada por el Banco Hipotecario de Colombia, por Delitos de estafa y falsedad, tampoco Fue Condenado.






El método del "Doctor Muerte".

De Las Víctimas de Matallana solitarios Fueron adinerados, el "Doctor Muerte" Víctimas de las Naciones Unidas estudiaba y sus aprovechaba su debilidad.
Instalado ya en Bogotá, desarrollo en juego un sistema de su invención. Escogía A sus Víctimas entre fichas sueltas de la sociedad. Así cayó un proxeneta en Uso de Retiro, un homosexual cayó Adinerado que vivia lejos de su familia; cayó También el propietario de una bomba de gasolina, separado de su mujer y sus hijos; dos hacendados Cayeron, enemigos entre ellos el pecado y parientes cercanos ; Cayeron varios más y, finalmente, le correspondió el turno a don Alfredo Forero Vanegas, cambalachero y negociante, ya alcalde de 60 años y distanciado de su esposa y su hija. En todos estos casos se contó con la ayuda EFICAZ Y sentir de un peón llamado Hipólito Herrera.



Orejas arrancadas

Ayer, en la Región de "Calderitas" al oriente de Usme, en un paraje apartadísimo, fué encontrado enterrado el cadáver de don Alfredo Forero y el autor material del crimen, Matallana confesó al detective Capote en todos sus detalles el asesinato espantable.
Siempre Desee un ángel de la guarda, y por obra de mi profesión Apareció don Alfredo Forero, pero un Los Ángeles también les llega su hora. Lo Trate con mucha decencia hasta que llegamos al páramo, le comentaba de mis aviones que Tenía en curso. Le pedí sin levantar la voz que se desnudara con mucha paciencia, que no me hiciera enojar Porque se me Salía la fiera Tenía que adentro. Que tan solo firmara el cheque de 5.500 Dólares con la pluma que le Alcance; no deseaba Ningún Para hacerle daño pero su rebeldía me hizo enojar. Le hice unos cortes notablemente hasta las Mejillas si así se ablandaba. Lo miraba con desprecio, me repugnaba su actitud, lo obligue agarrándolo del pelo para que firmara, su rostro Empiezo a desaparecer, sus ojos Se fueron volviendo agua.

Finalmente firmo pero Después de tanta espera decidí despedazarlo un puñaladas, luego le arranque las orejas con mucha precisión porque me fascina la fiesta brava y por último arranque un dedo ya que Llevaba un anillo muy costoso. En el apartado lugar, en una fosa que ya había sido cavada con anterioridad, lo enterramos con Hipólito para borrar todas las huellas y para hacer imposible la identificación, destruimos las ropas arrojándolas a un precipicio. En la misma orilla del abismo nos comimos la gallina que Mercedes López le había preparado un don Alfredo antes de haber caído en mis garras.
Apodado "Fiera hombre" Aquel famoso criminal de la primera década del siglo XX, Acusado de asesinar a 35 personas, Ningún otro asesino en serie había impresionado tanto a la sociedad colombiana como el "Doctor Mata", con quien es comparado con Henri Ladrú Y Fue Jack el Destripador.

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