A ella, Black&Decker
La tetera enloquecida
Hierve en el fogón
Inventando burbujitas
Entre el humo
De previsores olores.
La radio sintoniza
Las voces que se ocultan
Entre el discurso.
Gesticulando las eléctricas
Propagandas del mes.
El cuello almidonado
De la camisa.
Hace su presencia
Arrugada
En la mesa.
Una estufa externa
Al arder
Junto al carbón.
Presiente la calentura
Disparatada de la plancha.
Seduciendo
Los amorfos hierros.
La tetera advierte
El pitazo
Del té.
Las manos
De aprendiz.
Amolda
Grados en rompecabezas.
Hacia la suela
Resbaladiza
De la rutina.
El golpe de vapor
Eructa frente
Al poema.
El alisado plancha
Las palabras
Que intentan pervivir
Bajo el guardián del paño.
Nido agitador
De botones, hilos y costuras.
Se revelan
Del patético
Oficio de la casa.
Wilson Diaz
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