miércoles, 11 de noviembre de 2009

Relatos eróticos

¡ La cuca es para comer !
Brian M. Viveros


EL VIDENTE AFRICANO

Un fragmento del libro: "Delta de Venus".
Anaïs Nin

La danza del vidente africano para Las Tres Mujeres Tuvo lugar una noche, una vez todos los clientes se hubieron Marchado. Se desnudo, mostrando su reluciente cuerpo oscuro. A su cintura ató un pene Postizo, modelado como el suyo propio y del mismo color.
-Esta es una danza de mi país. La ejecutamos para las Mujeres los días de fiesta.
Las tres mujeres observaban. Al principio sólo sobresalía el pene artificial, pero pronto, con el Acaloramiento de la danza, el verdadero Empiezo a competir en peso y longitud. Ahora ambos se movían al ritmo de sus gestos. El efecto que causo en Bijou Fue poderoso: se despojo de su vestido Y empezó a bailar Alrededor del vidente de forma Tentadora.
Leila, que no deseaba A LOS hombres, trato de abrazar un Bijou, Esta Pero no se dejó, pues se partía Fascinada por los dos penes. Leila También intento besar A Elena. Luego restregó sus pezones contra Ambas mujeres, con el propósito de seducirlas. Se apretó contra Bijou para aprovecharse de su excitación, pero esta Siguió concentrada en Los Órganos masculinos que bailaban ante ella. Su boca Estaba abierta, y soñaba con ser tomada por el monstruo armado de dos vergas, que podia satisfacer, al mismo tiempo sus dos centros de respuesta.
Cuando el africano cayó, exhausto por la danza, Elena y Bijou saltaron sobre él, al mismo tiempo. Bijou se apresuró un introducirse un pene en la vagina y otro en el ano, y Empiezo a satisfecha se desplomó, Donne moverse sobre el vientre de él, hasta que, largo con un grito de placer.


Bizarre




EL PIE EN LA Bragueta


Un fragmento del libro: "El amor, el amor siempre."
Anne-marjevillefranche.


La sola idea de que el pie de Nicole acariciaba su sexo erecto en un lugar público, y la imagen de lo que Podría producirse si continuaba se habían apoderado de su mente por entero.
-Es Evidente-dijo ella-qué debería desabrocharse la bragueta sin más demora. Estoy segura de que un hombre de ideas tan avanzadas No Puede sentirse desconcertado por tan poco.
-Oh ...-suspiró Pierre.
-Imagínese lo agradable que serà el contacto perturbador de mi medios de comunicación de seda sobre su cabeza inflada-murmuró ella Por Encima de la mesa.
Pierre Lanzó una mirada a su regazo. Sólo de pensarlo, ya veia, su sexo duro tendido fuera de su bragueta abierta, con la punta violácea de deseo. El pie de Nicole lo presionaba con fuerza, y él dejó escapar Algunos apagados gemidos de placer.
Al otro lado de la mesa, observaba Nicole, divertida, el rostro congestionado de Pierre, y sumergía en sus ojos los de él, casi cerrados por el torbellino de la lubricidad. Hizo girar una velocidad toda su pie sobre el talón, Segura de que ya no aguantaba más.
-Ah ...-suspiró él.
El pie se agitaba ... Unos segundos bastaron para Para hacerle traspasar los límites de lo Soportable. Dio un brinco en la silla, se introdujo el puño en la boca y se mordió los nudillos con los dientes para no gritar, Mientras el torrente rompía los diques
. En la planta del pie, Nicole podia sentir los sobresaltos del pene.





James Christopher




FILAMENTOS DE PLACER




Un fragmento del libro: El demonio en el cuerpo.
Andréa de Nerciat.



Estoy segura de que todos mis sentidos Tienen filamentos que Comunican con la Región del placer amoroso. ¿Qué oigo buena música? Tengo ganas. ¿Qué veo un cuadro galante? Mi sangre se agita. ¿Qué gozo de una piel humana, masculina o femenina? Me siento arder. Hasta el olor de una rosa o un clavel me hacen desmayarme de placer. Si he bebido, me siento devorada de deseo, Ansio a todo Aquél de quien puedo echar mano, y joder, es, en esos momentos, la única agua que sé mezclar con mi vino.



Eric Stanton




FRANCÉS KISS

Un fragmento del libro: "La cortesana portuguesa".
Abel Botelho.



Postrado y rendido encontrábame yo, de mañana, en mi pobre cuarto de estudiante, Vagamente Cuando oí una voz conocida que susurraba mi nombre con Insistencia.
Desperté, abrí los ojos y vi bis Margara, mi amante, que de pronto se me aparecia con su expresión diabólica y su Armoniosa figura irresistible.
- Pícaro Gran ¿Es así como te conduce conmigo,? - Murmuró Amorosamente, y con un gracioso ademán se puso en jarras, trémula de placer, balanceando las caderas lascivas. Y como yo, confuso y sin réplica, apartase de ella mi mirada despavorida y retrocediese instintivamente un lado opuesto de la cama, Aquella loca se desnudo y vino como un relámpago en una acostarse conmigo.
- ¡No te me Escapas, no! -Exclamó la perversa, Mientras se deslizaba entre las sábanas.
Ahogado por la emoción, oí cómo los débiles hierros crujían al paso de su cuerpo. Nunca en mi vida olvidaré la impresión Galvánica de su muslo y frío Redondo resbalando sobre mi carne entorpecida. Al fin, en una Clamorosa embestida de los nervios, nuestros dos cuerpos formaron uno solo. Y como yo, entonces, Amorosamente turbado, cerrase los ojos y entreabriera la boca, sentí un vivo dardo inflamado penetrarme hasta las amígdalas, Dentro dilatarse, casi sofocándome, agitándose con un ardiente impulso que tan pronto era un halago como una rudeza. Era la lengua de ella que, Avida de intimidad, entraba en mí por la cavidad más accesible, y más próxima, estremecida, palpitante, estirándose y encogiéndose, más acariciadora que la manos, más expresiva que los ojos, ya como una perforadora y flexible Espada, ya blanda y suave como el armiño, despertaba el asombro en mi Desprevenida sensibilidad. La más experta Fantasía dirigía aquel Cuerpo extraño titilante, multiforme Aquella masa e inquieta que poseía A UN tiempo de escamas de saurio Suavidades y de pétalo, que arañaba y succionaba, que se incrustaba resbalaba y, tan pronto convertida en átomo como en torrente.








EL AMOR imberbe

Miro a Handam y le digo a mi amigo:
Hace tiempo que me prometió
N DEJARSE crecer la barba
Sin Mantener la entrepierna sin pelos,
Acuérdate de su esplendor,
Del tiempo feliz de su florida juventud,
Cuando ganaba su belleza todos los corazones.
¿Sabes algo más que el mar confesable?






EL Y YO

Aquella a quien amo me envio un mensajero
que suscitó mi amor.
Bienvenido seas amado enviado, engalanado de perfume.
Le cortejé con palabras pero se separo de mí Diciendo:
Me estás tentando.
Uno como tú no Puede Amar A uno como yo
Cuando perdidamente le ama una rubia grácil
Misión cumplida su acudí a la cita con El corazón espantado
-ha cortejado a mi mensajero.
Ahora a la venta relucir lo que de ti me asombra y Desconozco.
Falso embaucador que es cuádrenos llevas la cuenta de unos y de otros.
Pierdes Las Cabras quien las CONFíA al lobo.









He dejado las chicas por los muchachos y pro el vino viejo
Y por el vino viejo he dejado el agua clara.
Alejado del camino recto, se Manera pecado tomado
el de la pesca, pues la prefiero.
He cortado las riendas y sin remordimiento
alegrado que la brida con el bocado.




Abu Duwas (768-815)

Ilustraciones de Gerda Wegener.





fragmento del cartel de la película El vampiro, del director Fernando Méndez.




EL VAMPIRO DEL SEXO

Un fragmento del libro: "El otro".
Eduardo Zamacois.

Riaza empuño la Fusta y Comenzó a azotar un Adelina. Los Menudeaban golpes, rápidos y tan seguidos que formaban un rumor de aguacero. Arabescos Entortijados violáceos y azules macularon la carne castigada, la sangre Broto. La voz de Adelina iba extinguiéndose. El terror de morir estrangulaba su garganta. No podia moverse, como si sus muñecas y sus rodillas hubiesen echado raíces. Desfallecer Sintióse, cerrábanse Sus ojos, empapó su frente un Mador de agonía, la sangre de sus heridas corríale Por los flancos como un sudor mortal.
Riaza, convertido en vampiro, se había Hincado de rodillas y Comenzó a chupar aquel líquido rojo, todavía caliente, sabor acre Cuyo la enajenaba como aquel horrible brebaje llamado timpanón Los que con los brujos medievales desencadenaban la locura de la Misa Negra. Pero esto no satisfacía su crueldad, ya cada momento sus mandíbulas se crispaban y la caricia de la succión terminaba en mordisco.
Experimento una nueva aberración, una crisis de Antropofagia. Fuera de sí, destrozados Cual Si La flagelación no fuera bastante suplicio, acometió a la joven una Dentelladas: atarazóle las caderas, las espaldas y deslizándose bajo su vientre Comenzó a morderle los senos, la sangre Manaba abundante de los pezones.
Ella, sacudida por aquel inesperado dolor, prorrumpió en alaridos espantosos. Su cuerpo se Crispo En una torsión indescriptible; gimieron las argollas bajo El Esfuerzo titánico que las piernas y los brazos de la Víctima realizaron para Recobrar su libertad. Pero las cuerdas, atadas sabiamente, resistieron, y el vampiro Pudo seguir rumiando Aquellos pechos hinchados y colgantes, como ubres caprinas.
Finalmente, el monstruo, animado por la idea de exterminar en su Víctima Los Órganos de la fecundidad, se incorporó tigresco, y goteando Fue una colocarse tras ella. La tragedia de la dulce Ashera, despedazada por Molok Iba a repetirse. Sus manos, crispadas y endurecidas por la epilepsia, se hincaron sobre las nalgas de la Mártir, separándolas como para desgarrarlas. Y rápido, avanzando las mandíbulas en un gesto prógnata de fiera, hundió la cabeza entre los muslos y la mordió en el sexo profundamente. Dentro Allá, en la Sagrada ENTRAÑA que perpetua la vida, los dientes del vampiro rechinaron Gozosos. Todo su cuerpo protervo ardía.
En aquel momento, la misma barbarie del suplicio devolvió repentinamente al verdugo su virilidad. Su carne abyecta de inquisidor despertó. Fue un frenesí pánico, una Convulsión de infierno.

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